Como en Casa (Raphael)

Despues de dar unas vueltas por el campamento, conocer a la gente y hablar con ellos, decidi ir a visitar a mi protectora... la busque por todos los lados, no se porque pero un sentimiento queria conocerla mas, era como si me atrayese y no porque fuera sirena, sino por su manera de como me trataba y lo cariñosa que era conmigo.
Rendido volvi a mi cabaña y me coloque una camiseta de manga corta, unas sandalias y unos pantalones de deportes cortos para dar una vuelta por la costa, camine con las manos en mis bolsillos mirando al suelo en mi camino y saludando de vez en cuando a alguien que veia... de pronto escuche una hermosa voz, sonrei al instante en reconocerla y me diriji corriendo hacia una zona rocosas donde vi a Marianne con su verdadera forma, la veia feliz y me acerque despacito sin que ella se enterara sentandome a escucharla y cerrando los ojos sintiendo como su dulce voz penetraba en mi oidos sonriendo en armonia - Nunca te habia escuchado cantar tan libremente... - dije abriendo los ojos para mirarla

La melodia no era exactamente con palabras, era un canto tipico en las sirenas y el cual nos enseñaban desde bien pequeñas a pesar de que ya naciamos con él. Pero en cuanto escuché una voz, la cual conocí al instante, solté una exclamacion y emergí un poco del agua, lo suficiente como para girarme hacia las rocas y ver a Raphael ahi sentado, sonriente. Me habia oido.. ¿le habria pasado algo? Debia de comprobarlo. Nadé rapidamente hacia él, y me acodé suavemente en las rocas, a su lado, mirandolo con cierta preocupacion.

- ¿Estas bien, Raphael? -Le pregunté con ese tono de preocupacion, como mi mirada.

Gire mi cabeza a los lados volviendo en mi al instante en que me hablo, habria caido en el canto de las sirenas? en todo caso me agradaba aquella sensacion que habia sentido como si todas mis preocupaciones hubiesen desaparecido, luego me gire a ella intentando aparentar que no habia sido nada ya que parecia un poco preocupada y yo no queria que se sintiera asi.
- si, si... estoy bien tranquila - dije sonriendole y mirando sus bellos ojos como estaba casi a mi lado en las rocas, ella para mi era increible - solo vine a buscarte... no te habia encontrado por el campamento asi que... supuse que estabas por aqui

Me mordí el labio inferior ligeramente. No estaba completamente segura de que hubiera caido en el canto de sirena o no pero lo mejor era asegurarse. Le cogí con mi mano de su menton, obligandole suavemente a que me mirara a los ojos e hice lo que debia hacer para deshacer el hechizo. Visualicé un candado y luego se abrió. Acto y seguido parpadeé y le solté.

- Queria asegurarme.. -Me excusé algo timida y me sentí rara pues yo no solia serlo. Luego sonreí ampliamente mientras en un agil y rapido movimiento me subia a la roca, a su lado y le miraba.- ¿Tan predecible soy? -Pregunté divertida.

me quede un poco perplejo cuando cojio mi rostro, no pude evitar mirar sus bellos ojos nuevamente... aquellos ojos azules ada vez que los miraba me tranquilizaban.
Volvi en mi cuando vi que se sento a mi lado y me senti un poco nervioso al estar a solas con ella por primera vez, no habia nadie a los alrededores, por lo cual era la primera vez que hablabamos a solas...
- Predecible? no... solo se que siempre mirabas al mar con una mirada nostalgica y es normal que tu disfrutes en el agua... y no hace falta que te asegures estoy bien... - dije volviendo mi vista sonriendole y aun mirando sus ojos